Enseñanzas
  • Los Rascacielos 

    ¡Queridos jóvenes! Ustedes saben que los rascacielos se construyen poco a poco, desde los cimientos. Los árboles con una altura de treinta metros aún debieron crecer pulgada a pulgada La gente también crece día a día. En nuestra juventud debemos establecer nuestros objetivos y después trabajar hasta alcanzarlos. Sin objetivos o principios, somos como el hombre ciego que al montar un caballo ciego se aproxima a un abismo. ¿No les parece peligroso?

    Los niños son como un trozo de paño blanco que se torna azul al teñirlo de azul, y amarillo al teñirlo de amarillo, se transforman según el ambiente en que se educan. De ahí el dicho: “Jugando con carmín, la mancha será roja, y al tocar tinta negra, la mancha será negra”. De esta forma el entorno influencia a los niños. El Clásico de los Tres Caracteres dice: “Al nacer las personas son buenas por naturaleza. Sus naturalezas son similares, pero sus hábitos las diferencian. Y de no enseñarles correctamente, sus naturalezas cambiarán 人之初,性本善,性相近,習相遠”. A ese principio me estoy refiriendo. Actualmente hay niños que reciben educación en la Ciudad de los Diez Mil Budas. Si pueden aprender a no pelear, a no buscar, a no tener codicia, a no ser egoístas, a no correr tras el propio beneficio, y a no mentir; en el futuro podrán contribuir, con toda seguridad, a su sociedad y a su país.

    Estas seis pautas son el lema de las escuelas en la Ciudad de los Diez mil Budas: Dharma Realm Buddhist University (Universidad Budista del Reino del Dharma), Developing Virtue Secondary School (Escuela Secundaria “Desarrollo de la Virtud”), e Instilling Goodness Elementary School (Escuela Primaria “Infundiendo la Bondad”).

    ¡Profesores de la universidad y de las escuelas secundaria y primaria! Dedíquense sinceramente a educar a las generaciones futuras, es un oficio sagrado. Si pueden educar a los estudiantes para que tengan caracteres perfectos y un conocimiento sólido, ellos no serán hippies, vagabundos ni ladrones; sino buenos ciudadanos. Actualmente el sistema educativo está fallando. ¿Por qué? Porque una perspectiva utilitaria ha asumido el control. La gente abre escuelas con el fin de ganar dinero, y su actitud es: “cuantos más estudiantes, mejor”. Sucede que el propósito noble de la educación se ha perdido.

    Ustedes, los profesores, deben enseñar a los estudiantes como si fueran sus propios hijos. Los niños son el recurso de la nación, el cimiento del país. Si los recursos de una nación son inadecuados y sus cimientos son débiles, ¿cómo puede fortalecerse una nación? ¡Ayudémonos los unos a los otros!